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Después de mucho tiempo de estudio, llegó el momento de la verdad: hora de enfrentarse al test de oposiciones para el que tanto te has estado esperando. Sin embargo, y a pesar de que has hecho miles de tests anteriormente, los nervios se apoderan de ti y empiezas a dudar incluso de las preguntas más sencillas. Es algo que puede pasar y es totalmente normal.
En caso de que esto te ocurriera, la preparación que hayas realizado anteriormente va a ser clave para mantener la calma o acabar por perder los nervios. ¿Qué puedes hacer para aumentar tu confianza de cara al examen, responder con seguridad y evitar cometer errores innecesarios? Pues allá van algunos consejos que te ayudarán a enfrentarte a los exámenes tipo test con mayor tranquilidad.
Cómo preparar una oposición tipo test: 8 consejos útiles
Debes saber que, los exámenes tipo test de oposiciones son un arma de doble filo.
Por un lado, puede parecer más sencillo responder al disponer de varias opciones entre las que elegir la respuesta correcta, pero, por otro lado, las preguntas suelen estar diseñadas para confundir y las respuestas incorrectas (los llamados «distractores») pueden ser muy similares a la correcta.
Seamos sinceros: nadie regala nada, e incluso las oposiciones más asequibles tienen su grado de dificultad. Lo mejor es, además de estudiar todo lo que puedas y más, practicar para el momento de la verdad. Porque es ahí donde te lo juegas todo. ¿Pero cómo estudiar para un examen tipo test de una oposición si no sabemos las preguntas que nos van a hacer?
Pues aunque la clave está principalmente en el contenido, saber cómo manejar el contenedor, es decir, el propio examen tipo test, también tiene su importancia. Si sabes cómo enfrentarte a este tipo de pruebas, podrás maximizar tus posibilidades de éxito, incluso cuando no estés completamente seguro de la respuesta correcta. Veamos algunos puntos importantes.
1. Lee atentamente cada pregunta y todas las opciones
Uno de los errores más comunes es leer rápidamente y marcar la primera respuesta que nos parece correcta. Grave error. Hay que leer detenidamente tanto el enunciado como todas las opciones de respuesta, incluso si creemos saber la respuesta correcta nada más empezar a leer.
En muchas ocasiones las preguntas están formuladas de manera que inducen a error o contienen “trampas” sutiles, como dobles negaciones o términos muy similares entre sí. Por eso, hay que leer SIEMPRE pausada y minuciosamente, para evitar caer en errores tontos (que son los que más rabia dan, ¡Por no leer bien!)
Y como la práctica hace el maestro, esto es algo que debes hacer siempre que hagas un tipo test, tanto si estás practicando en casa o como si estás haciendo un simulacro en clase. De esta manera, cuando llegue el momento del examen real, esta forma metódica de leer las preguntas y respuestas será ya un hábito natural para ti.
2. Gestión del tiempo
La gestión del tiempo es otra de las claves a la hora de preparar un examen tipo test. Normalmente, estos suelen tener un tiempo limitado para su realización, así que tienes que aprender a gestionarlo eficientemente.
Te aconsejo lo siguiente: primero, práctica en casa, cronometrando el tiempo que tardas en resolver cada test. De esta manera, podrás hacerte una idea del ritmo que necesitas llevar durante el examen real. Segundo, practica con simulacros completos, respetando el mismo número de preguntas y tiempo que tendrás en la prueba oficial.
3. Método de descarte y eliminación
Una técnica muy efectiva para abordar preguntas tipo test es utilizar el método de descarte. Cuando no estés completamente seguro de la respuesta correcta, comienza eliminando aquellas opciones que estés seguro de que son incorrectas. Esto reducirá tus opciones y aumentará tus probabilidades de acertar la respuesta correcta.
Y relacionado con el punto anterior, en lugar de obcecarte con una pregunta difícil durante mucho tiempo, es mejor pasar a la siguiente y volver más tarde. Esto te permitirá aprovechar mejor el tiempo y evitar bloquearte mentalmente. Además, es posible que al resolver otras preguntas encuentres pistas o recuerdes información que te ayude con las que habías dejado pendientes.
4. Practica con simulacros reales
Una de las mejores formas de prepararte para el examen tipo test es realizar simulacros que repliquen las condiciones reales de la prueba. Esto significa practicar con exámenes anteriores o modelos de test similares, respetando el tiempo establecido y las condiciones del examen oficial. Esta práctica no solo te ayudará a familiarizarte con el formato, sino que también te permitirá identificar tus puntos débiles y trabajar en ellos antes del día decisivo.
Además, realizar simulacros te ayudará a gestionar mejor los nervios y la ansiedad que puedas sentir el día del examen. Cuanto más familiarizado estés con el proceso, más confianza tendrás en tus capacidades. Es importante que estos simulacros los hagas en condiciones similares a las del examen real: sin distracciones, con el tiempo controlado y sin consultar el material de estudio.
5. La memoria visual: tu gran aliado
La memoria visual es herramienta muy poderosa a la hora de estudiar para un examen tipo test de una oposición. Cuando estudies, intenta crear asociaciones visuales con el contenido, ya sea mediante esquemas, diagramas o incluso dibujos simples.
Utiliza colores, subraya, hazte tarjetas de estudio (flashcards) con conceptos clave, hazte un trivial de preguntas difíciles… Estas técnicas de memorización visual te ayudarán a retener mejor la información y a recordarla más fácilmente durante el examen. Cuanto más creativo seas al organizar y presentar la información durante tu estudio, más probabilidades tendrás de recordarla cuando la necesites.
6. Crea un grupo de estudio
Estudiar en grupo puede ser una excelente manera de prepararte para los exámenes tipo test. Al reunirte con otros opositores, podéis compartir diferentes perspectivas sobre las preguntas, resolver dudas mutuamente y practicar técnicas de resolución de test juntos. Además, explicar conceptos a otros no solo ayuda a reforzar tu propio conocimiento, sino que también puede revelar aspectos del temario que habías pasado por alto.
Asimismo, y en relación con la memoria visual, también es más sencillo recordar conceptos cuando los has explicado a otras personas. Al tener que verbalizar y estructurar la información para que otros la entiendan, tu cerebro procesa el contenido de una manera más profunda y duradera. También ocurre al corregir preguntas juntos, hacer preguntas y responder dudas.
7. Evita los errores más comunes
Hay algunos errores típicos que muchos opositores cometen al enfrentarse a los exámenes tipo test y que debes evitar. Entre ellos está:
- Cambiar las respuestas a última hora por inseguridad
- No leer bien todas las opciones antes de contestar
- Dejarse llevar por patrones en las respuestas (como pensar que no pueden venir tres ‘C’ seguidas).
- No revisar el examen antes de entregarlo para detectar posibles errores u omisiones
- Obsesionarse con el tiempo restante en lugar de mantener un ritmo constante
- Dejarse influenciar por las respuestas de otros opositores durante el examen
- No repasar periódicamente el material estudiado, confiando solo en la memoria a corto plazo
- Estudiar solo memorizando, sin comprender realmente los conceptos fundamentales
- No practicar suficientes exámenes tipo test previos al examen real
8. Gestiona tus nervios
El último consejo que queremos darte no tienen nada que ver con el estudio en sí, sino con tu estado mental. La gestión de los nervios y el estrés es clave para rendir al máximo en el examen. Por eso, es importante que aprendas técnicas de relajación y control de la ansiedad que puedas aplicar tanto durante la preparación como el día del examen.
Si en algún momento del examen te sientes abrumado o notas que los nervios te están jugando una mala pasada, para. Sí, aunque pierdas algo de tiempo, para totalmente. Deja el boli encima de la mesa, respira profundamente y recuerda todo el esfuerzo y la preparación que has dedicado hasta llegar aquí.
Confía en tu preparación y en tus conocimientos, y recuerda que es normal sentir cierta presión en un momento tan importante. Tómate 1 minuto para reconectar contigo. Después de eso te sentirás más preparado para abordar cada pregunta con la misma metodología que has practicado durante tu preparación.